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CAUTION: THESIS WRITING IN PROGRESS!

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viernes, junio 25, 2004

Aceites Monoinsaturados

El encargo de aquel día era fabricar alimentos en sartén, las instrucciones, a saber: infraestructura activada, utensilios listos, materiales orgánicos en óptimas condiciones. Eran bien claras y concisas.

Lo que no era bien claro (al menos yo no lo vi nada claro) era la botella de aceite de oliva. El aceite tiene una densidad inferior al agua, por lo que cuando así la botella de aceite, no me fijé en el poco peso que tenía...

El asunto es, todas las botellas de aceite de oliva del mundo tienen muescas horizontales en el plástico por la sencilla razón de que, con el uso, la botella se impregna de una película de aceite, ya sea porque se derrama de la boca al vertirlo, o porque al cogerla con las manos pringamos el plástico. Pues bien, la botella que había en mi casa no tenía semejantes (y útiles) muescas horizontales, sino que tenía una única hendidura vertical de profundidad curva para las yemas de los dedos, muy cómodo, sí, y muy deslizante también.

Me disponía yo, con las prisas de los exámenes, a fabricar, pues, la biomasa vital mediante la técnica de calentar primero el aceite y luego cocinar la materia orgánica. Cuando hete aquí que yo, en un alarde de habilidad intrínseco a mi progenie, así la botella de aceite de tal modo que por la maravillosa tercera ley de Newton de Acción y Reacción, al abrir el tapón con fuerza con la mano izquierda, la botella sufrió un empuje opuesto, el cual no pudo ser impedido por mi dedos, que fueron víctimas de una constante (m) de rozamiento demasiado baja. Así que la botella saltó a la mesa, y de ahí a mi cuerpo, recientemente duchado y perfumado, con ropita nueva y almidonada... Y el aceite, el oro mediterráneo, saltó cual volcán brillante sobre todo mi pantalón y camiseta.

Todo aquello sucedió en escasos femtosegundos, pero lo suficiente como para que rápidamente estallase en una serie de improperios y maldiciones que difícilmente podría teclear aquí.

Pero no hay porqué preocuparse, el pantalón ha salido medianamente resuelto del trance y ahora luce una escasa mancha ojcura, pero la camiseta, ¡ay! ésa si que sufrió el peor golpe, y sobre todo porque era un regalo Lanzaroteño, nunca me lo perdonaré.

A mi madre sin embargo pareció asustarle más las múltiples baldosas que gozaban ahora de las maravillosas propiedades terapéuticas del aceite de oliva.

Por supuesto fabriqué la comida y la engullí a todo trapo para presto escapar del lugar sin que se me relacionase con los hechos. Pero la inconfundible propiedad del aceite como factor regenerador de la piel me delató. Y es que, señores, el aceite de oliva ayuda a cicatrizar las heridas y a hacer desaparecer la posterior marca de la piel (salvo si eres elfo) y es muy bueno para el cutis, de hecho, con dos o tres gotas de aceite al día extendidos sobre la cara y el cuello tendrán ustedes una piel sana y cuidada. Imagínense el efecto de derramar sobre su masculino torso torrentes del oro templado. Desde entonces luzco un muy suave y antioxidante torso que es la envidia de mis manos, donde se alcanzan, en mi caso, niveles de aspereza cercanos a la Pumita (piedra pómez).

¡Derrame litros de aceite de oliva sobre su cuerpo serrano, los aceites de saturación intermedia ricos en ácidos oleicos monoinsaturados le protegerán de las acciones de los malvados radicales libres!

Pesquisas Filológicas

De todos es conocida la maravillosa literatura de la ciencia traducida, un alarde de investigación lingüística que enriquece mentalmente a todo aquel lector científico que huye de las perífrasis verbales y de las frases subordinadas de relativo. Mediante el estudio de las ciencias matemáticas y físicas uno acaba aprendiendo ciertos usos que es posible aplicar a su lenguaje propio y mantener así un discurso claro, conciso y, ante todo, refinado. Es pues menester mentar lo mucho que yo aprendí leyendo un tratado electromagnético fielmente traducido:

“[...] de la anterior ecuacion se deduce que nuestra escogencia es solución de la ecuación diferencial”
[Física (Lectures on Physic) Vol.II R.P. Feynmann, M.Sands. Traducción de: Enrique Oelker L., Hugo Espinosa, Carlos Alberto Heras, Juan Martin y Marfil, Ricardo Gomez, Omar Bernaola y Rafael López Frontado.]

o el consabido:

“[...] el segundo término depende de la variable angular y por simetría podemos removerla"
[Teoría y Problemas de Electromagnetismo J.A. Edminister. Traducción: Pedro Albarracín. McGraw-Hill, Bogotá, 1985.]

No se asusten ustedes. Tiene explicación.

En el primer ejemplo, por muy horrísono y soez que pueda parecernos el término escogencia no está fuera de lo común en Venezuela, Nicaragua y Colombia. He de confesar que cuando leí semejante vocablo casi me como el libro, pero no hay que apresurarse, intente explicarlo usted en clase a sus alumnos sin reírse, seguro que le tienen respeto. Es-co-gen-cia.

Y en el segundo ejemplo, que también chirrió mis células gliales (ahora las neuronas no están tan de moda como sus fieles protectoras las Células de Schwam) no procede, no vayan ustedes a pensar mal, del inglés remove (quitar), sino de la tercera acepción del DRAE en su vigésimo primera edición: “3. Quitar, apartar u obviar un inconveniente.

Ergo podemos decir “Carlos, date prisa en llegar al teatro o nos removerán nuestra escogencia de las entradas” Si estuviese aquí Lázaro Carreter...

No obstante en mis largas horas de estudio, compaginando mis gratas lecturas con otras más educativas (linguísticamente hablando) llegué a poder completar frases tan variopintas como la que a continuación muestro:

Aquel advendizo de ojizaina mirada confinado al asuelo de las postrimerías de quién sabe qué albañal mefítico se dedicaba a rebuscar entre los arriates desmedrados en pos de cualquier escogimiento que, sin que nadie se percatase, pudiera remover en beneficio de su ya de por sí abultado bagaje, decidió largarse del lugar amedrentado por la posibilidad, nada desdeñable, de ser lapidificado por cualquier extraño poder oculto."

La cual es fruto de arduas investigaciones filológicas durante las horas dedicadas a la infructífera asignatura de Variable Compleja.

miércoles, junio 23, 2004

Minulla oli Mukavaa

Hyvää Iltaa!

A falta de dos días para que se cumpla un mes de mi última publicación me dispongo a cumplir con mi promesa mental de no dejar desatendido este blog más de treinta días (mes hobbítico).

Con las pilas cargadas tras los exámenes (he dormido once horas seguidas y para colmo me duele la cabeza) me dispongo a volcar aquí unos cuántos conocimientos adquiridos en estos maravillosos días examinales.

Creo que empezaré con una curiosidad sin importancia, los terceros molares (muelas del juicio) decidieron erupcionar completamente en las últimas dos semanas simultáneamente en el maxilar y el mandibular, encantadoras ellas.

Pero por fortuna no soy lo genéticamente perfecto como creía (al menos más que algunos que tienen enfermedades raras espontáneas, son zurdos y encima ingenieros) y mis muelas han podido salir ferpestamente. Y esto se debe a un maravilloso mandibular extenso (herencia de familia) que ha permitido la aparición de estas muelas sin problemas. Bueno casi, los incisivos del mandibular empiezan a ponerse ortogonales al resto de sus compañeros, pero la dentista de la Seguridad Social asegura que "no tiene nada que ver" que haya cuatro compañeros suyos grandes y fuertes que empujan desde atrás, con lo que quién sabe lo que me depara el futuro... http://www.odontologia-online.com/php/image/details.php?image_id=136

Mis padres dicen que tengo una boca que parece un buzón. Lo cual es cierto, y cuando estos molares decidieron aparecer no encontraron problema en la repartición del hueso y hubo espacio para todos, salvo para las encías, que porsupuesto decidieron no querer ceder espacio y se interponían en cada dentellada (porque eso no es masticar oiga, eso fueron dentelladas salvajes) haciéndome ver, en cada masticación, la Nebulosa del Cangrejo (M1, NGC 1952) en todo su esplendor.

La Selección Natural hace que los seres humanos tiendan a disminuir el número de dientes, así que seguir teniendo muelas del juicio es síntoma de que la especie aún no evoluciona correctamente. Así que si os encontráis con alguien con cabeza apepinada, ojos grandes, pocos dientes, dedos alargados y dos dedos en los pies (el gordo y el resto unidos) empezar a pensar en dejar algún legado a la antropaleontología como hicieron los Homo Neanderthalensis en su época.

Con esta segunda dentición completada puedo considerarme en la plenitud de mis capacidades jurídicas y rumiantes, y digo rumiantes porque ahora con doce muelas soy un crack comiendo ensaladas, vamos, que se ponga un elfo delante.

Lo agradable fue estudiar electromagnetismo con las muelas machacando el cacho de encía que resistía a dejarse desplazar por la mole de hueso. En todo momento me realizaba inspecciones (completamente asépticas) introduciendome mi linterna-radio en la boca para inspeccionar los avances de los trabajos y la patilla de las gafas para observar lo que escondía la encía (llamada desde entonces "maldito esúpido cacho de carne").

El proyecto tuvo éxito y a falta de dos días del último examen pude masticar plenamente, dadas las bajas probabilidades de salir de este trance sin problemas patológicos derivados puedo afirmar (como afirman en Finlandia, grandes afirmadores):
Minulla oli Mukavaa.